JUGUEMOS EN SERIO

Estoy jugando. Estoy jugando a amarte en serio, a convertir todo eso que me hace feliz en parte mía, y darte la tranquilidad de mis mañanas mentirosas, aveces locas y nubladas, otras veces risueñas despejadas, pero sólo tu, solo tu las puedes tener entre tus manos.
Juguemos de verdad, amemonos en compañía de nuestras bocas juguetonas, amemonos cómo las estrellas voladoras, como la existencia chispeante de las continuadas nubes que viajan sin boleto de vuelta.
Imaginemos que somos eternos y que cada día olvidamos, juguemos a que somos la existencia de un beso, fuerte, grande, apasionado y nuestro, un beso imperdonable por dioses inexistentes que condenan pecados incometibles.
Juguemos amor, juguemos en serio, amemos, amemos el juego de nuestros ojos cruzando miradas desatadoras del viento que a cuenta gotas calla las lágrimas atentas de la soledad.
Marchemonos a respirar, aires silvestres de las montañas ancestrales de la historia, marchemos a evaporar nuestros besos al filo de un volcán arrogante y enojado, pero paciente y contador de pasados irrecuperables, pasos nuestros, de nuestras vidas, de nuestras muertes a las que felizmente decidimos ser condenados y padecer el mismo amor. Juguemos a amar en serio, a conquistar las playas del romance soñado, a sentir la brisa hiriente del mar inquieto, juguemos a volar golondrinas con pétalos de rosas coloridas, vamos, vamos a cantarle a la lluvia, los recuerdos del verano pasado.
Vamos a creer en las mentiras. las mentiras que hoy yacen perdidas, a jugar lo que se juega en serio.