martes, 22 de julio de 2014



Vamos a ver campos y mares
Primaveras y tumbas
Iglesias y altares
Dias y penumbras.

Vamos con una sonrisa
Por los que hoy no rien
No pizemos la ceniza
De el que nos hizo el bien.

Ayunemos por hambrientos
Y cantemos por los mudos
Por forasteros arapientos
Y los soldados sin escudo.

Vamos todos juntos
Unidos como hermanos
Sin guerras ni difuntos
Y un nuevo mundo constryamos.

Sigo aqui, en el mismo lugar
Aun tomo del mismo tequila
Que cada noche degustabas tranquila
En aquel viejo bar.

Traigo la misma sonrisa
Tambien el pelo despeinado
Voy al mismo prado
Donde te mojaba la brisa.

Llevo las noches contadas
Dos copias de jardin

Una de rosas, otra de jazmin 


Que perfuma las sonrisas cansadas.

Recuerdas donde guardabas mis poemas
O te has olvidado de mi
De lo que en ti un dia fui
Ahi en tu cielo plagado de palomas.

¿Dime que olvidas mi llanto?
¿Y mi dulce canfo sonoro?
¿Dime que no recuerdas la lira de oro?
La que entonaba tu canto.!

Foto: Sigo aqui, en el mismo lugar 
Aun tomo del mismo tequila 
Que cada noche degustabas tranquila 
En aquel viejo bar.

Traigo la misma sonrisa 
Tambien el pelo despeinado 
Voy al mismo prado 
Donde te mojaba la brisa.

Llevo las noches contadas 
Dos copias de jardin 
Una de rosas, otra de jazmin 
Que perfuma las sonrisas cansadas.

Recuerdas donde guardabas mis poemas
 O te has olvidado de mi 
De lo que en ti un dia fui 
Ahi en tu cielo plagado de palomas.

¿Dime que olvidas mi llanto? 
¿Y mi dulce canfo sonoro? 
¿Dime que no recuerdas la lira de oro? 
La que entonaba tu canto.!
Una de rosas, otra de jazmin
Que perfuma las sonrisas cansadas.

Recuerdas donde guardabas mis poemas
O te has olvidado de mi
De lo que en ti un dia fui
Ahi en tu cielo plagado de palomas.

¿Dime que olvidas mi llanto?
¿Y mi dulce canfo sonoro?
¿Dime que no recuerdas la lira de oro?
La que entonaba tu canto.!
Soledad enamorada de mi alma
Abrazame, dame el calor que necesito
Para volver al sentimiento de calama
Que devuelva el aroma que me invada
Elazado a ese corazon exquisito.

Devuelveme la ultima mirada
Que deje sentada frente al rio
Junto a la celste alborada
Que pintaba la destilante cascada
Donde posa el pajaro sombrio.

Soledad de verdes olivares
Amante de pajarillos
Que buscan en tu espalda los manjares
Para subir ala cima de membrillos
Y escuchar el canto de los grillos
Llevo en la mirada el dolor tatuado
El llanto de del viento al chocar las rocas
Llevo el alma congelada
De tantos despresios de tu boca.

Llevo las tristezas que dejaste
Atracadas en el mar de los reslcuerdos
Olvidadas con tus huellas en la arena
Con olor a despedida.

Llevo la ultima cancio que tocaste en el piano
Y ultimo poema que te escribi.
Llevo una flor plastica marchita
Y las lagrimas del cruel desvelo.

Llevo un lamento
Y el latido de mis perros cansados
Un canto de palomas
Que entristecieron junto al mar.
Confio indudablemente, que bajo ese cargamento de odio que me tienes, aun sigas suspirando al sentir mis huellas en tu piel.
Te regalo mi poesia herida
Y estos besos desesperados
Una cancion calida
Y mis capitales pecados.

Trepando rosales
Bajo la sombra de tu ausencia
Entre miseros arrabales
Te espere con impaciencia.

¿Donde esta aquel globo de colores?
Que con tu mirada encendia
El universo de olores
Que daban tu alma y la mia.

La lluvia desnuda le cubre el alma
Regando flores y robledales
De sus jardines que le hablan al alba
Con pimpollos formidables.

La tierra que me dio calor en la infancia
Ese bello valle que se esconde bajo el cielo
Hoy lo recuerda mi alma vacia
Y volver a ti es mi anhelo.

Mariposas desveladas
Cafetales enredados en tus suelos
Forman un baile de hadas
Que provocan a los dioses celos.
Como la noche perdida y lejana
caen tus lagrimas a la alfombra de tus pies
mariposa enamorada de una trampa
que te mata cada instante en los labios.

Rodeada de flores y mariposas
bañada de blancos jazmines
que embriagan a las tristes princesas
bailantes de agobiados jardines.

Dulzara de soberanos tiempos
aire de golondrinas rotas
aroma de la tierra humeda de tus campos
te vas entre amplios rozas y angostas veredas.

Te marchas, sin adios ni besos
mi princesa enamorada del sueño
de la consideracion de una desgracia
y del tiempo su arrogancia.

Bajo ese peso de la vida te abrazo la muerte
te llevo al lugar de donde ningun vuajero vuelve
talvez sea por capricho, o porque ahi se vuelve ajeno
el fosforecer de la luna y los pajaros de plata.

Te fuiste al otro mar lejano, con sus playas extensas
hambrientas de tus huellas en la erena
con gaviotas navegantes del cielo
donde un dia me vere en tus ojos.

YO TENIA

Yo tenía los sueños trotando difuntos Inventando miradas, silvando elefantes Yo tenía una musa sin nombre, ni sueños fundados Tenía la mente...