viernes, 27 de febrero de 2015

YO SOLO QUIERO

Yo solo quiero, ser el yerno de las olas, hundir entre tus labios este timonel, ganarme las agallas de los mares enfiestados. las delicadezas de los cascarones carnavaleños, las flores para las novias de nadie, la corona de la reina sin rey, yo quisiera ser las flores perdidas, las que dijeron que no dolían, les preguntaron por el atraso, del tren marino que estaba escaso, no respondieron, estaban llorosas todas tus rosas, mis flores del día, que ayer me vieron que me moría. Ave de paso, sueños de plata,  viajes al cielo limosna pasando por tu corazón cantandote esta canción. Pase por tu luna pidiendo la extorsión, vi el apocalipsis y sus gintes borrachos, le clave una mirada al futuro y me morí en los casinos. Me devore mil botellas y ahogue con su belleza, vi su torneada cadera llamando mi instinto perverso a jugar a planchar nuestras pieles.

domingo, 22 de febrero de 2015

PRIMERAS PAGINAS DE UN CRIMEN



1
–No te muevas hijo de puta.
Fueron las primeras palabras que resonaron dentro de la habitación de Alejandro, que placidamente descansaba junto a su esposa aquella mañana de Marzo.
–Ahi qudate, si te moves disparo– decía el allanador que frente a el sostenía un pistola. Cubierto con un gorro pasamontañas que dejaba ver nada mas el orificio de los ojos.
–Por favor no nos hagas daño. Dinos que es lo que necesitas y te lo daremos– Alejando ofrecía sus suplicas hacia aquel desventurado hombre que acechaba de buena mañana en su humilde hogar.
–No quiero nada, vengo por vos y nada mas. Parate y Salis. Ponete las manos donde las vea,no quiero gritos ni nada, callada vieja puta, porque si pasa también te vas vos y tus hijos con pinta– El agresor daba las ordenes a salir de la habitación, no hacer ruido y entrar en el vehículo 4x4 que esperaba frente a la casa.
–Si llamas a la policía te mato– Sentencio a Martina el secuestrado, al mismo momento que Alejandro era ingresado brutalmente a la camioneta.
Dos disparos al aire y un rechinido de llanta fue lo ultimo que escucho Martina.

2

Gloria se levanto a las 06:10 am,  veinte minutos mas tarde de lo habitual. Componiendose el pelo con una cola, y después de lavarse los dientes se dirigió a la cocina para prepararle un sandwich para la refacción de Nicolás.
–Hijo, levantate papito, tenes que ir a la escuela.
 –Hay mami, cinco minutos mas por favor.
–No. Ni cinco ni medio, levantate y te bañas rápido, van a ser las siete. ¿no te da vergüenza de llegar tarde siempre?  –Impuso sus leyes frente al muchacho que siempre renegaba al levantarse temprano, y también peleaba para que lo dejaran dormir tarde.
 –Nicolas arriba por favor. No te voy a hablar mas. Rapido– Grito la mujer desde adentro de la cocina al momento que su teléfono celular empezo a vibrar dentro de la bolsa de su pantalón.
 –Hola Martina, que bueno que me llamas.  ¿Como estas?
 –¡Gloria! ¡Gloria!– Descosconsolada la mujer grito, al momento que Gloria daba tremendo brinco al escuchar los gritos. Inmediatamente interrumpió las palabras y muy asustada la interrogo.
 –¿Que paso? ¿Martina que pasa? Sea lo que sea tranquilizate, trata de calmar el llanto y explicame que tienes. Me preocupas. Al menos dime que estas bien, no me asustes mujer.
 –Gloria, Gloria.
–Si, decime que paso– interrumpió Gloria nuevamente mientras agudizaba el oído para poder decifrar el ruido que se escuchaba de fondo. No sabia si era el llanto de unos niños o algún automovil acelerado.
–Alejandro. Se llevaron al Alejandro– prolongo el llanto mientras el teléfono le anuncio tener la batería agotada.
–Alo. Alooo. ¿Martina? Martina que pasa, hablame– observo la pantalla del móvil y se había finalizado la conexión.

3

La camioneta se dirigía por el bulevar los Proceres, a mas de 120kph. Dentro iba Alejandro y cuatro tripulantes mas. Iba sudado, con la cabeza dentro de una bolsa plastica y las manos atadas hacia atras con una delgada pita de nylon. No sabia para donde lo llevaban, tampo porque lo habia ido a sacar de su casa en esas condiciones. Imploraba por su vida, y las lágrimas le surcaban el rostro.
–Socala Disky que nos puede estar venadeando la tira, seguro que la vieja culera les llamo y tengan la descripcion de la ranfla– Sugirio el maleante que siempre daba las ordenes, hablaba por telefono y el mismo que tambien le dijo a Alejandro que pronto seria un cadáver. Seguramente era el jefe de la operación.
–Simón mi Disky, metale el caite, de todas formas no perdemos nada, las placas no son de esta nave, y la nave tampoco es de nosotros. Así que usted soquela que no es su hermana.
 –Como usted ordene capitán, aquí cumplo ordenes –Fueron esas las primeras palabras que exclamaba el chofer al momento en que dejaba caerle mas peso del pie derecho sobre el acelerador de la camioneta.
–¿A sonde me llevan?– Se atrevío a preguntar alejando. Aun no terminaba de hacer la interrogante cuando la cacha de la pistola se estrello en su cabeza.
 –Te dije que te quería callado man. Además, aquí las preguntas lo haré yo, sera fácil y nos llevaremos bien. Pregunta hecha, pregunta respondida. ¿Te quedo claro?– La prepotencia reinaba en ese momento, y Alejandro no era mas que una marioneta que obedece las ordenes de un criminal desconocido. como pudo movió la cabeza en señal de información mientras sentía que por sus mejillas se derramaba algo tibio.
–Flaco. Pasame un cigarro– Ordeno el supuesto jefe. O era lo que Alejandro creía de el.
 –Sobres, ahí te llega. Llega también el fire –EL hombre encendió el cigarro y dejo soltar una bocanada de humo que sonó mas a alivio de penas que a relajamiento.

viernes, 13 de febrero de 2015

HAY NOCHES Y HAY DIAS

Hay noches tan largas que no me alcanzan para pensar, en el amor eterno y en la gracias perpetua de morir enamorado. donde el sol infinito se dilata en los besos pasajeros, en el frío de los huesos, donde me pregunto a menudo. ¿Sera que mis sueños también brillan como las alas de las mariposas? ¿como delirantes guirnaldas de seda?.
y siento haberme perdido en la madrugada fría y breve, en que amanezco desvelado, hastiado de que no estés conmigo, para oír mi voz en tus claves de sol, clamando por la gracia de tus risas, buscando los pétalos de nuestros labios clandestinos, que se buscan en la niebla fría.
Y hay noches tan dulces y eternas, que ignoran mis nostalgias frotándome de aromas, mostrándome tus flores, inyectandome la paz.
Hay madrugadas que acarrean la niebla, calientan inviernos y prometen mayos eternos. Vida, caricias solares del amanecer. Hay noches y también días, bohemios y abundantes de alabanza, reparados del destiño, pintados de caricias. Hay tantos y tantos días, en que no se si te extraño, o te amo en el pensamiento.

domingo, 8 de febrero de 2015

QUIERO SER POR TI

Quiero ser tu destello de flores, tu beso temprano,
el 23 de noviembre de algún año,
la piedra desnuda que te adorna el jardín,
el blanco horizonte, un perfume de jazmín.

La chispa de antorchas doradas,
quiero ser el disparo de tus miradas,
en medio de tu alma y mis labios.

Mi lira ardiente, pedazo de vida,
perla de oriente, amor sin despedida,
ámame con el aroma de tus mañanas,
la pasión de tus noches tempranas.

Convence mis miedos al golpe,
malgasta mi vida en tus besos,
planta una risa, un par de cerezos,
un beso que en mis alas galope.

sábado, 7 de febrero de 2015

Primeras dos paginas de DOS SOLEDADES

Trascurría el año 2,006, era exactamente el mes de febrero, se aproximaba la fiesta de semana santa y toda la gente del pueblo se entusiasmaba con la celebración de las fechas: la tradición de hacer panes, tamales de carne y por supuesto no podía perderse el dulce de garbanzo y el chilacayote. Todo eso se percibía en ese bello pueblo, que esta Surcado por el viento del sur, situándose más allá del vasto horizonte, cubierto por verdes montañas, apiladas en fila como si guardasen los sueños de cada habitante, entre la azul quebrada de cielo que infla nubes sobre el campo y la belleza de sus ríos que se estiran horizontalmente hacia las playas del sur occidente.
Ahí se destapa el cielo cada amanecer, ese manto celeste que derrama la lluvia, cuajando de flores los campos de maíz, sonríe el sol a las almas felices del lugar, a cada risa y cada paso de mujer que se dirige por el polvoriento camino con desquebrajadas piedras a su paso hacia el molino a moler el nixtamal, mientras en los rayos de sol ceden los cerrojos del paraíso, para embellecer las montañas, si estás ahí, estas en el mejor momento de alcanzar la paz.
Es Nuevo Progreso, un pequeño poblado que se esconde bajo el marco del horizonte occidental, con vastos campos de maíz, huleras, y era ahí en una choza pobre, de muy mal gusto, formada de cuatro horcones rústicos de laurel y forrada con costillas de corteza de árbol de guachipilin, tenia el piso de tierra y el techo era de viejas y oxidadas laminas que demostraban el paso de los años en el color café que demostraban a simple vista, afuera en el jardín donde daba una puerta pintada con cal que se atrancaba con una macana de caulote, que servía de pasador,junto a la puerta una repisa pequeña con unas sucias y polvorientas imagenes del Cristo Negro, la Virgen de Guadalupe, (la patrona del pueblo) había ahí a la salida solo unas cuantas macetas de flores moribundas, calzadas en botes de lamina ya viejos y pintados con cal, dos geranios, una quinceañera y unas bugambilias que se trepaban como serpiente sobre el árbol de pimiento que habia en el patio, era ahí la dulce y humilde morada donde vivía Guadalupe, una mujer de buena apariencia, de voz resonante y su cabello era castaño, y daba la apariencia de hilos de oro cuando se posaba bajo el sol, era madre soltera, que por cosas del destino no conseguía que alguien quisiese casarse con ella. Guadalupe, de 43 años para ese entonces tenía un hijo.
Fernando.
A sus ojos el más lindo de los hombres, cejas pobladas, labios gruesos, ojos color miel, un cuerpo musculoso, alto, delgado, muy atractivo. Ella sentía que en esos grandes ojos se reflejaba el mar en el crepúsculo.
Creía verse en ellos, como la luna se observa en los riachuelos sucios del lugar, cuando se peina por las noches observándose en las aguas lechosas de los arroyos.
 Guadalupe trabajaba muy duro cada día, lavando ropa de los vecinos, haciendo mandados o lo que fuese posible por obtener una recompensa que constituyera su pago y así poder darle a su hijo una oportunidad en la vida y verle sonreír flácidamente. Nada mas puede darle placer a una madre, que ver a su hijo sonreír y sentirse libre, pensaba Guadalupe mientras contemplaba el rostro de su hijo resplandeciente como diamante luminoso que posa a la claridad y es traspasado por la luz iluminante de un rayo de luz.
Luchaba contra todo, se esforzaba únicamente por su hijo, para que el muchacho que le había cambiado la vida se sintiera como el rey de la casa, el hombre de su vida. Mi hombre decía, mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa cálida que deformaba su liso rostro.
Guadalupe era una mujer guerrera, llena de ilaciones y sueños por cumplir y  que en su corazón llevaba el amor putrefacto hacia un tipo cobarde, nada mas que un canalla, idiota, estúpido, poco hombre, que la abandono con tan solo tres meses del embarazo de Fernandito, y luego desapareció, como si fuese arte de magia o la tierra tragara humanos, se perdió el desgraciado como todo pedazo de mierda que no es mas limpio de conciencia que un mosquitero lleno de cadáveres mutantes apestosos.
 Pero sobre todo supo sobrellevar la situación y se aferro a encontrar la forma de sobrevivir en esta nueva etapa que comenzaba a vivir, aunque se tornaba un tanto complicada por el sentido de estar sola. Un loco pensamiento llego a su mente, y pensó que sería un poco simple encontrarse un enamorado, que la quisiera y supiera aceptarla con la otra parte de ella que seria su hijo, mas sin embargo los muchachos del pueblo solo se interesaban en pasar un rato de diversión, y nada serio, mucho menos con ella que ya pronto seria una madre, estaba viviendo los tiempos en que el maíz estaba caro y solo ir al mandado salia mas favorable que tener la presión de mantener a una mujer, y no solo eso, sino la responsabilidad para siempre que se tiene al ser esposo, ese era el contra viento que tenia Guadalupe, porque ella quería formar un hogar, ser una esposa, aunque no fuera una boda a toda pompa si quería casarse, aunque sea que la bendijera el padre de la iglesia, con eso me basta, pensaba.

YO TENIA

Yo tenía los sueños trotando difuntos Inventando miradas, silvando elefantes Yo tenía una musa sin nombre, ni sueños fundados Tenía la mente...