Si resulta que mis dudas se atan a tu espalda
Dejandose llevar por tus caricias tibias,
Enmarcando el horizonte húmedo,
Llenando de carrozas las primaveras.

Vamos a cantar sin elevar la voz,
amarnos sin callar el silencioso amanecer ,
Gritarle a la luna las considerables voces,
Que colorean lo matices de tu alcoba,
Dibujando con tu sombra un Dios.

Con un beso atragantado, hecho
Nudo a media espalda, cansado,
Casi muerto de pensarte, de esperar,
De inventarte saliendo conmigo a caminar.

Establece sobre mi las vibraciones,
Basta con tu cuerpo mis angustias,
Vengate de la soledad conmigo,
Lastima las miradas, acompañada de mi mano.